Las reuniones de mesa
Rosa Powers
El departamento de lenguajes extranjeros ofreció la oportunidad a los
estudiantes de español a asistir a las reuniones de mesa para enriquecer el
aprendizaje de idioma. Era un día martes la primera reunión, dieron las tres
y media, y los alumnos no aparecían. De repente comenzaron a llegar uno por uno. Mientras seguían llegando, los presentes conversaban, e
interactuaban, con un poquito de miedo a equivocarse, ya que todos estaban
aprendiendo. Todos se miraban cansados, agitados, cortos de respiración, pero también
se notaba que se sentían aliviados de haber llegado y así aprender algo nuevo.
Llegaron quince alumnos aproximadamente; al principio, todos se miraban
entre sí, como si esperaban por alguien
más. Uno de ellos decidió y tomó la iniciativa para cambiar el ambiente
silencioso. Aunque con un poco de timidez comenzó: preguntaba por los nombres de
los demás para que se presentaran. Esto rompió el hielo, y todos los que
asistieron a la reunión interactuaban libremente. Luego
de haber dicho sus nombres, indicaron de dónde venían y cuál era su
especialidad. La mayoría venían de pueblos cercanos a Ashland.
A los pocos segundos la conversación alteraba; la plática que sobresalía
a las demás fue la de las comidas. Todos estaban muy interesados, y hacían
comentarios de sus comidas favoritas. Pude ver como se saboreaban, se chupaban
los labios como si estuvieran ingiriendo esos deliciosos platillos de los que
hablaban. Parecía como que muchos de ellos no habían almuerzo porque se
expresaban de las comidas con mucha pasión.
La organizadora del evento, la profesora Aguirre, notó que los
estudiantes se motivaban y conversaban más, siempre y cuando se tratara de
comidas. Ella despertó la curiosidad de los alumnos, al mencionar las arepas.
La mayoría de los que estaban presentes nunca habían escuchado de esa clase de
comida. Ella les preguntó, que se imaginaban al escuchar arepas. A los pocos
minutos después de haber escuchado sus ideas, les explicó de la preparación del
tan sabroso alimento.
Lastimosamente se llegaba la hora de terminar la reunión y todos
consideraban que había sido de mucho interés. Los últimos minutos discutían
acerca de lo que realizarían la próxima reunión. Todos se pusieron de acuerdo
en que harían algo de comer.
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